martes, 8 de julio de 2008

lunes, 2 de junio de 2008

martes, 20 de mayo de 2008

gran premio de turquia

progreso de la guerra

The New Deal

El New Deal (Nuevo Trato o Nuevo Reparto de Cartas, como se traduciría al español) fue un conjunto de medidas económicas puestas en marcha por el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt entre 1933 a 1937, para actuar de forma enérgica sobre lo que se consideraban las causas de la grave crisis económica de 1929. Esta nueva política económica se fundamentaba en el intervencionismo estatal y en la firme creencia en las teorías del subconsumo.
Políticas económicas [editar]
Para contrarrestar el ciclo económico depresivo existente en EE. UU., Keynes propuso políticas económicas anticíclicas. Keynes sostenía los principios del liberalismo económico clásico, pero proponía la intervención del Estado en aquellos casos en que se viera perjudicado. Creía que una redistribución de los ingresos y el aumento de la tasa de empleo, reactivaría la economía. Las ideas de Keynes se publican en 1936 en su libro Teoría general del empleo, el interés y el dinero.
Estas políticas anticíclicas consisten en una intervención masiva del Estado en la economía. Esta intervención se dio a partir de 1933, cuando en marzo gana las elecciones el demócrata Roosevelt. Al conjunto de medidas políticas, sociales y económicas adoptadas por la administración Roosevelt entre 1933 y 1937 para sacar a EEUU de la situación de depresión en la que se encontraba desde 1929 es a lo que se llamó New Deal; que consistió en una regulación de la economía favoreciendo las inversiones, el crédito y el consumo, lo que permitiría reducir el desempleo.
Se crearon 6 grandes grupos de medidas, generales, en agricultura, industria, obras públicas, inversión privada y acciones sociales. Los objetivos principales de estas medidas eran la reflación (fuerte subida de los precios, inflación, junto con una recesión), devolver la confianza a los inversionistas y distribuir el poder de compra.
Políticas Generales [editar]
Las que tienden a recuperar la confianza en el sistema económico y bancario..
• Finalidad: fomentar exportaciones, aumentar precios, Remediar deficiencias estructurales anteriores,
• Medidas:
o Devaluación del dólar
o Acuñación de monedas plata
o Ley bancaria
o Seguro sobre depósitos bancarios
o Subida de salarios
Política agrícola [editar]
• Finalidad: Sostenimiento precios agrarios
• Medidas:
o Reducir oferta (Federal Farm Relief Board desde 1929) almacenamiento de alimentos.
o Limitación cosechas: indemnización por no cultivar.
o Se establecieron unos precios mínimos mayores que los precios mundiales: subvenciones a las exportaciones.
Política industrial [editar]
• Finalidad: Reactivar actividad económica evitando sobreproducción
• Medidas:
o Fijación precios mínimos.
o Semana laboral de 40 horas.
o Salarios mínimos.
o Potenciación de sindicatos.
• Finalidad: Mejorar situación económica de zonas deprimidas, Reconversión industria de guerra.
• Medidas:
o Plan de electrificación rural. (Propuesta para otros 6 organismos, pero fueron denegados por el congreso.)
o Construcción de 122.000 edificios públicos, más de 1 millón de km de carreteras, 77.000 puentes y 285 aeropuertos.
Política de inversión privada
• Desconfianza del mundo de los negocios hacia la acción gubernamental.
• La depresión solamente se vió acrecentada debido a una actividad estatal exagerada.
• La inversión privada no aumentaba debido al gran control que el estado ejercia sobre esta.
• El estado para financiar su gran politica de gasto desvió fondos del sector privado que en menor tiempo y de forma mas efectiva hubiese reactivado la economia.
Políticas sociales
La finalidad de estas políticas eran ayudar a los parados y estimular la economía, pese a que sus críticos le achacaban que lo que hacían era barrer las calles.1
• Organismo de trabajos públicos, en 1938 empleó a 1/3 de los desempleados. El Estado favoreció la creación de empleo de dos formas. Directamente mediante la oferta de empleo público e indirectamente encargando a empresas la construcción de obras públicas.
• Se establece un seguro de desempleo financiado por los empresarios y un seguro de jubilación financiado entre los empresarios y trabajadores.
• Planes de asistencia sanitaria y salud pública.
Conclusión
El New Deal no acabó con el desempleo y la inversión privada no aumentó significativamente. La sustitución de la generacion de riqueza por parte del sector privado por una politica de gasto estatal solamente aumento el tiempo de la depresión y posiblemente la hizo grande de lo que pudo haber sido, aunque esto último es motivo de discusión.

depresion de1929

La Gran Depresión fue una crisis económica mundial iniciada en octubre de 1929, y que se prolongó durante toda la década de 1930, siendo particularmente intensa hasta 1934.
Los años 20 fueron en Estados Unidos de crecimiento económico y aumento de la productividad. Lo más significativo es que las ganancias de la productividad fueron a parar al beneficio empresarial (dividendos). Los salarios habían comenzado en el primer semestre de 1929. El desplome del precio de las acciones fue extraordinariamente intenso, alcanzando tintes dramáticos. Gran número de inversionistas vieron cómo su dinero, en muchos casos tomado a crédito, se volatilizaba en cuestión de días. El 'crash' bursátil motivó una reacción en cadena en el sistema financiero, con numerosos bancos que empezaron a tener problemas de solvencia y de liquidez al acentuarse la desconfianza en su capacidad de rembolsar a los depositantes.
Se presentaban casos tales como: La Empresa A es dueña de B que a su vez es dueña de C que le debe a A, concluyendo en una maraña de operaciones bursátiles sin control.
A diferencia de otras crisis anteriores, las medidas económicas tomadas por el Gobierno republicano de Herbert Hoover agrandaron notoriamente la depresión e impidieron la recuperación de la economía. Se estableció el control de numerosos precios con un intervencionismo particularmente agresivo en el sector agrícola. Una medida de enormes consecuencias negativas fue el establecimiento del arancel Smoot-Hawley en 1930, que condujo a una carrera mundial hacia el proteccionismo y el nacionalismo económico.
El resultado es el declive del comercio internacional. Las importaciones estadounidenses descendieron de 4.400 millones de dólares en 1929 a 1.500 en 1932, mientras que las exportaciones cayeron de 5.400 millones de dólares en 1929 a 2.100 en 1932. El comercio mundial y el PIB de los Estados Unidos se redujeron a un 66 y un 68%, respectivamente, entre 1929 y 1934.
El control de precios lleva a la reducción del beneficio empresarial, ya de por sí muy bajo en momentos de deflación. Esto produce la quiebra de muchos negocios y aumenta el desempleo. Lo extraño de una situación de depresión es que existen bienes y capacidad productiva, pero nadie tiene capacidad económica para adquirir esos bienes.
También se ha explicado por los desórdenes en el plano monetario. La contracción del dinero en circulación, causada sobre todo por las quiebras bancarias, condujo a auténticos pánicos financieros. Al mismo tiempo, la mayoría de las naciones abandonaron la fijación de sus monedas en relación al oro, sellando el final del sistema monetario que se dio a llamar 'patrón oro' durante la Belle Epoque, y que había quedado herido de muerte tras el final de la Primera Guerra Mundial.
Las consecuencias fueron una década de deterioro del nivel de vida, de enormes cifras de desempleo, de trabajadores vagabundos deambulando de un estado a otro de la Unión huyendo de la miseria y en pos de la supervivencia. El paquete de medidas económicas y sociales de la Administración de Franklin Delano Roosevelt, conocido como el New Deal, a menudo considerado como la salvación de la Gran Depresión, tampoco reactivó la economía, que volvió a entrar en una profunda crisis en 1937, aunque gozara de una gran popularidad. En realidad, estas medidas, tuvieron un signo similar a las de Hoover (grandes obras públicas, controles de precios, alta regulación, políticas de rentas), aunque con una mayor preocupación por los sectores más desfavorecidos.
En 1932 Franklin Delano Roosevelt ganó las elecciones con el 56% de los votos, y asumió la presidencia el 4 de marzo de 1933. Como candidato, Roosevelt había prometido una reducción del 25 % en el gasto federal, un presupuesto equilibrado y un dólar respaldado por el oro para evitar manipulaciones de la moneda fiduciaria, así como acabar con la intervención del gobierno en áreas correspondientes al sector privado. Sin embargo, en sus primeros 100 días de gobierno, en lugar de eliminar las barreras erigidas por su antecesor, el presidente Roosevelt creó otras nuevas. En este sentido, el New Deal fue en realidad una extrapolación y una exacerbación de las medidas que empezaron con Hoover. Los dos objetivos principales de la nueva planificación eran los siguientes:
1. Reactivación de la economía por vía del consumo y la inversión. Dado que no hay suficiente dinero en manos de los consumidores, se incrementa el esfuerzo fiscal del Estado. Se aumenta el gasto para reactivar la producción.
2. Establecimiento de controles bancarios más estrictos para evitar que se pudiera provocar otro crack bursátil en el futuro.
Las medidas de política monetaria New Deal fueron:
• Autorización a la Reserva Federal para que concediera créditos por un volumen superior al de esos momentos. El incremento de la cantidad de dinero reduce los tipos de interés, facilita el pago de las deudas y reactiva el consumo.
• Abandono del patrón oro para favorecer la exportación. Se acaba con la convertibilidad de los dólares en oro para los ciudadanos americanos: sólo los gobiernos y bancos mundiales podrán cambiar los billetes por oro. Se prohíbe a los americanos poseer oro, y el Congreso otorga al poder federal autoridad para fijar el precio del oro y confiscar las existencias de ese metal en poder de los ciudadanos. El dólar fue devaluado un 40%, y Roosevelt sabotea la Conferencia Económica de Londres de 1933, que tenía por objetivo acabar con los aranceles y restaurar el patrón oro. Sin embargo, al año siguiente, 1934, los Estados Unidos readoptan el patrón oro: a 35 dólares por onza en lugar de a 20.
• Se emite papel moneda (3.000 millones de dólares), con sus consiguientes devaluaciones monetarias. El primer año del New Deal supuso un gasto de 10.000 millones, en tanto que los ingresos del gobierno fueron de 3.000 millones. Para cubrir el enorme déficit, el incremento de los impuestos resultó insuficiente. Entre 1933 y 1936 los gastos del gobierno se incrementaron más de un 83%.
Las disposiciones principales del New Deal fueron las siguientes:
Agricultural Adjustment Act (AAA) o Ley de Ajuste de la Agricultura (12 de mayo de 1933): La AAA estableció un nuevo impuesto a la actividad agrícola y entre otras cosas previó que el gobierno pagara a los granjeros para que quemaran sus cosechas y eliminaran el ganado que no podían vender. Al igual que la PAC, el gobierno llegó a pagar a los agricultores para que no trabajaran, con la idea de que no aumentara la oferta de productos agrícolas para que los precios empezaran a subir. Millones de dólares se emplearon en subvencionar la producción de trigo y algodón mientras que nuevos aranceles impedían la venta de estos productos. Los programas agrícolas del New Deal enriquecieron a los grandes agricultores, terratenientes y especuladores. Por el contrario, la AAA hizo poco por los pequeños finqueros, sobrecargó de impuestos a los contribuyentes, obligó a los consumidores a pagar más por los alimentos, y agravó las relaciones comerciales con otros países donde se pretendía descargar los superávit agrícolas, dando lugar a una verdadera guerra arancelaria.
Tennessee Valley Authority (TVA) o Autoridad del Valle del Tennessee (18 de mayo de 1933): Con el establecimiento del monopolio de la Autoridad del Valle de Tennessee se sacó del mercado a las empresas privadas de servicios públicos y las libró de aproximadamente 130 leyes e impuestos. Entre sus principales objetivos se enunciaban: mejora de la navegación y control de inundaciones; repoblación forestal y uso adecuado de los terrenos del valle; desarrollo agrícola e industrial del valle y, de un modo subsidiario, siempre que fuese compatible con estos objetivos, la producción y venta de energía eléctrica. En este último objetivo «subsidiario» se centraron todos los esfuerzos. Sin embargo, las grandes presas, canales y embalses proyectados tardaron años en ser finalizadas. Los esfuerzos para evitar la corrupción significaron atrasos substanciales, como sucedió bajo el mandato del secretario del Interior de Franklin Delano Roosevelt, Harold Ickes.
National Industrial Recovery Act (NIRA) o Ley de Recuperación Industrial Nacional (16 de Junio de 1933): La mayoría de las industrias manufactureras fueron obligadas a formar cárteles dirigidos por el gobierno, y la economía americana fue tomando un sesgo nacional-corporativista. Se dictaron más de 500 Códigos NIRA, que establecían desde los precios hasta la forma de vender. Afectaban a más de 2 millones de empleadores y 22 millones de empleados, y regulaban todos los aspectos de la producción, tanto industrial como artesanal. Toda esta serie de nuevos trámites burocráticos y reglamentaciones arbitrarias incrementaron el costo de dedicarse al comercio en un 40% (lo cual no era precisamente lo que necesitaba una economía en depresión). Se acortaron las jornadas de trabajo con la intención de emplear a más personas, se elevaron los salarios y se impusieron nuevos costos a los empresarios, con el resultado que a los 6 meses de dictarse la ley la producción industrial había caído un 25%.
Civil Works Administration (CWA) o Cuerpo Civil de Conservación (1935): Con objeto de acabar con el desempleo, se contrató a toda clase de trabajadores para realizar tareas como ofrecer espectáculos públicos, organizar archivos, etc. Si bien su labor en actividades como la limpieza de bosques o la reparación de carreteras fue extraordinaria, la CWA no sirvió para reintegrar a los trabajadores en el sector privado ni para estimular la economía. Harry Hopkins, el director de la CWA, declaró públicamente: «Hemos creado cuatro millones de empleos, pero, por el amor de Dios, no me preguntéis a qué se dedican». Debido a ello, se la sustituyó por otra agencia gubernamental, la Administración para el Progreso del Empleo (WPA), que empleaba sólo el 59% de sus asignaciones en los beneficiarios proyectados, ya que el resto eran costos fijos, sobre todo administrativos. La WPA no desapareció del todo hasta julio de 1943.
El Tribunal Supremo declaró inconstitucional a la NIRA en 1935 y a la AAA en 1936, con lo que se ganó la enemistad de Franklin Delano Roosevelt, si bien libró a la economía de estos pesados lastres. El desempleo cayó al 18% en 1935, al 14% en 1936 y al 12% en el 37. Pero en 1938 se situó de nuevo en el 20% y la economía se colapsó de nuevo. La bolsa cayó un 50% entre agosto de 1937 y marzo de 1938.
No sería hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial y el gran incremento de demanda de productos de todo tipo que generó que los Estados Unidos comenzaran a remontar la crisis.
No existe consenso al respecto, pero el New Deal, unido al nacionalismo económico imperante en la escena internacional, fue una de las causas determinantes que provocaron la persistencia de la Depresión a lo largo de toda la década de los 30. Las consecuencias de la gran crisis económica no quedaron circunscritas a los EE.UU. La dependencia financiera de una Europa que aún no había curado del todo las heridas causadas por la Primera guerra mundial, y el efecto que la quiebra del sistema financiero internacional motivó en el conjunto de las economías occidentales llevó a los países europeos a una situación similar.
Caso alemán [editar]
Sin embargo, ninguno de ellos sufrió nada comparable a lo que sucedió en la Alemania de entreguerras. Allí, una serie de factores condujeron a un crecimiento desbocado de la inflación, que dio al traste con los esfuerzos de los políticos de la República de Weimar por sacar adelante al país tras la derrota sufrida en la Guerra. Es conocida la anécdota de las amas de casa de Berlín, que iban a comprar el pan cada mañana provistas de su carrito repleto de billetes de cientos de miles de marcos.
Cuando, tras una reforma monetaria, la economía alemana pareció empezar a recuperarse, la situación volvió a empeorar drásticamente por la evolución de la coyuntura internacional en 1929. La retirada de los inversores internacionales condujo al pánico financiero y a la adopción de medidas draconianas por parte del canciller Heinrich Brüning. El efecto de las mismas, en particular la reducción por decreto de todos los salarios, fue el opuesto al deseado, provocando niveles históricos de desempleo y un descontento generalizado con la acción del Gobierno. Una vez más, la reducción de los salarios destruye el consumo, y esto acaba con las empresas que, dejando de pagar a sus empleados completan el círculo vicioso de la depresión.
Fue esta desastrosa situación la que favorecería el ascenso de los políticos y las ideologías extremistas, creándose así el caldo de cultivo necesario para que Adolf Hitler obtuviera mayoría relativa en las elecciones de 1932 y presidiera desde enero de 1933 un gobierno de coalición de ultra derecha.
En los albores del ingreso de los Estados Unidos en la Segunda Guerra, doce años después del fatídico 24 de octubre de 1929, el gasto federal equivalía al 10% del PIB de los Estados Unidos. De una fuerza laboral de 56 millones de trabajadores, el gobierno federal empleaba a cerca de 1,3 millones, el 2'2% en trabajos civiles y militares regulares y a otros 3,3 millones (5'9%) en programas de emergencia de alivio laboral. Otros 10 millones, que representaban el 17% de la población activa, estaban en el paro. En dos legislaturas e incontables intervenciones, Roosevelt había incumplido todas sus promesas electorales y demostrado ser tan incapaz como Hoover para poner fin a la crisis. La deuda nacional había crecido a casi 40 mil millones de dólares.
Las medidas restrictivas que toda la administración Roosevelt realizó sobre el comercio, la propiedad y la libre empresa provocaron que el capital necesario para reactivar la economía fuera gravado con impuestos y forzado a pasar a la economía sumergida. Cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial, en 1941, Roosevelt intentó cambiar su agenda anti-negocios con el resultado de que gran parte de esos capitales se canalizaron a través de la industria bélica en lugar de destinarse a la producción de bienes de consumo. Desde 1940 la 2ª guerra mundial ya producía un gran demanda de los productos norteamericanos. En un principio, Estados Unidos sólo iba a intervenir en la guerra como proveedor de productos de guerra a los países aliados (especialmente Gran Bretaña y Francia). Esto hizo que el paro se redujera porque se revitalizó la industria. Dado que Estados Unidos no había sido atacado no podía intervenir de manera activa en la guerra pero con el ataque Japonés a la base de Pearl Harbor entra de lleno en todos los frentes.
En tiempos de guerra, al presidente Roosevelt se le conceden poderes extraordinarios. Esto le dio poder para organizar un nuevo aparato administrativo y movilizar a la comunidad científica para la guerra. Se fue construyendo lo que va a ser la economía de la post-guerra. El congreso, por su parte, cancela muchos aspectos del New Deal.
Materiales y mano de obra [editar]
En 1945, ya habían sido movilizados más de 12.000.000 hombres y mujeres. Ello implicaba transportarlos, alimentarlos y equiparlos con el consiguiente gasto público que ello supone. La actividad industrial se incrementa más de un 30% hasta que los niveles de paro llegaron a niveles insignificantes. Entran en el mercado laboral las mujeres, los jóvenes e incluso personas mayores, para paliar la ausencia en el mercado laboral de los hombres en edad militar.
La economía permaneció activa a pesar de la vuelta de los veteranos de la guerra que se reincorporaron al mercado laboral.[cita requerida]
Posguerra [editar]
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, los países occidentales trataron de enmendar los errores económicos de los años 30, sentando las bases de un nuevo Sistema Monetario internacional, y abriendo progresivamente, de nuevo, sus economías al comercio. Desde entonces, una de las principales motivaciones de los responsables de política económica de los Gobiernos, así como de las organizaciones económicas internacionales como el FMI, la OCDE, el GATT y la OMC, ha sido la de tratar de evitar que se repitan tragedias como las que se produjeron en la Gran Depresión.
Estados Unidos, por su parte, habiendo aprendido la lección, pone en marcha el Plan Marshall para revitalizar la economía europea y crear con ello un buen mercado en el que colocar sus excesos productivos. En eso fue la decadencia y la poca costumbre asi como el regimen no porfirista y anti anraticico ue en ese entonces creio constante ante la señal de emergencia de ataques por parte de europa
El triunfo del keynesianismo [editar]
Como apuntó Keynes, la idea de que el gasto gubernamental y el déficit presupuestario podían mejorar la marcha de la economía se impuso en las mentes políticas de todo el mundo. Es el comienzo de las políticas fiscales

mapas de europa





mapa II gerra mundial

Revolucion Rusa

La Revolución Rusa de 1917 fue un movimiento político en Rusia que culminó en 1917 con la expulsión del gobierno provisional que había reemplazado el sistema zarista, lo que llevó finalmente al establecimiento de la Unión Soviética, que duró hasta su caída en 1991.
En la Revolución pueden distinguirse dos fases:
• La primera fue la llamada Revolución de Febrero de 1917, que desplazó la autocracia del zar Nicolás II de Rusia, el último de la historia, y tenía la intención de instalar en su lugar una república liberal.
• La segunda fase fue la Revolución de Octubre, en la que los soviets, inspirados y controlados cada vez más por el Partido Bolchevique de Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin, tomaron el poder del gobierno provisional dirigido por Aleksandr Kérensky. Esta segunda revolución se extendió por numerosísimos entornos, afectando tanto a las ciudades como al entorno rural. Al mismo tiempo que ocurrían muy importantes sucesos históricos en Petrogrado y Moscú, paralelanente empezó a desarrollarse un movimiento consolidado y extendido en el campo, especialmente en las zonas más fértiles del Imperio como el sureste de Ucrania, a medida que los agricultores fueron tomando y redistribuyendo la tierra, y organizándose en asambleas populares y grupos armados.
Causas de la Revolución Rusa
La Revolución Rusa fue uno de los más importantes hechos ocurridos en la época contemporánea. Su impacto fue palpable tanto en América como Europa. Aunque la Revolución no hizo expandir el comunismo como un efecto inmediato, le dio a otros países convulsos del tercer mundo un ejemplo a seguir. Décadas después, el modelo filosófico/gubernamental tomaría renovada notoriedad a medida que Rusia, convertida en un estado totalmente socialista y en una superpotencia económica y militar, se enfrentara a los Estados Unidos en la Guerra Fría.
En cualquier caso, las dos revoluciones de 1917 se dividieron en dos grandes partes: la caída del régimen zarista (Revolución de Febrero) y la creación del primer estado comunista del mundo (Revolución de Octubre). Las causas de estas dos revoluciones abarcan las situaciones políticas, sociales y económicas de Rusia en la época. Políticamente, el pueblo ruso odiaba la dictadura del zar Nicolás II. Las bajas que los rusos sufrieron durante la I Guerra Mundial debilitaron aún más la imagen de Nicolás. Socialmente, el régimen despótico del zar había estado oprimiendo al campesinado durante siglos. Esto provocó tensiones dentro de la clase baja rural que desembocó en altercados. Económicamente, la inflación y el hambre por toda Rusia contribuyeron asimismo a la revolución.
Definitivamente, una combinación de estos tres factores, combinados con el liderazgo de Vladimir Lenin y León Trotsky, condujeron irremisiblemente a la Revolución Rusa.
Causas económicas
Las causas económicas de la Revolución Rusa se atribuyen en gran medida a la mala gestión del zar, sumada a la I Guerra Mundial. Más de quince millones de hombres se unieron al ejército, que dejó un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las granjas. El resultado fue una escasez generalizada de alimentos y materias primas. Los obreros tuvieron que soportar terribles condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de doce a catorce horas y bajos salarios. Se desencadenaron cuantiosas revueltas y huelgas reivindicando mejores condiciones y mayores salarios. Aunque algunas fábricas accedieron a las peticiones para elevar los salarios, la inflación de guerra anuló su efecto. Hubo una protesta ante la que Nicolás respondió con violencia (véase Causas políticas); en respuesta, los trabajadores de la industria fueron a la huelga y paralizaron de hecho el ferrocarril y el resto de redes de transporte. Las pocas mercancías que estaban disponibles no podían llevarse a su lugar de destino. Los precios se dispararon a medida que los bienes esenciales eran cada vez más escasos. En 1917, el hambre amenazaba a muchas de las grandes ciudades. El fracaso de Nicolás en resolver los problemas económicos de su país y la promesa del comunismo por aplacarlos compuso el núcleo de esta revolución.
Causas sociales
Las causas sociales de la Revolución tienen su origen en siglos de opresión del régimen zarista sobre las clases bajas, además de los desmanes de Nicolás en la I Guerra Mundial. Aproximadamente un 85% del pueblo ruso formaba parte del campesinado, oprimido por las clases superiores y el propio régimen. El vasallaje, asociado comúnmente con la Edad Media, describe con precisión la situación social de la Rusia de Nicolás: Una pequeña clase de nobles terratenientes controlaba una vasta cantidad de siervos. En 1861, el zar Alejandro II de Rusia emancipó a estos campesinos no por razones morales sino porque impedía el avance social de Rusia. Sin embargo, esta nueva libertad fue de carácter limitado, dado que no tenían ninguna tierra que cultivar. Como resultado, el gobierno elaboró nuevas leyes que les otorgaban pequeñas parcelas que trabajar. Sin embargo, la cantidad de tierra que se les cedió fue insuficiente, con lo que se desencadenaron enormes sublevaciones. La I Guerra Mundial sólo aumentó el caos. La ingente demanda de producción industrial de artículos de guerra y obreros causó muchas más insurrecciones y huelgas. Además, como se necesitaban a muchos trabajadores en las fábricas, los campesinos emigraron a las ciudades, que pronto se vieron superpobladas, viviendo bajo condiciones que rápidamente empeoraron. Para colmo, mientras que la cantidad de alimentos requerida por el ejército era cada vez mayor, el abastecimiento tras el frente se empobrecía más y más. En 1917, el hambre amenazaba a la mayoría de las grandes ciudades. La suma de todos los factores anteriores contribuyó a un creciente descontento entre los ciudadanos rusos, que posteriormente desembocaría en la Revolución.
Causas políticas
La faceta política de la Revolución Rusa resulta esencialmente de la combinación de los problemas sociales y económicos arriba mencionados. Desde al menos 1904, los trabajadores de clase baja de Rusia sufrieron una calamitosa situación económica.
Muchos de ellos trabajaban once horas al día. Las condiciones de salud y seguridad en el trabajo eran sombrías, y los salarios bajaban. Se produjeron numerosas huelgas y protestas con el paso del tiempo. Casi todas fueron ignoradas por Nicolás o reprimidas, en ocasiones de una manera violenta y mortífera (véase Domingo Sangriento). El intento fracasado de conquista de Manchuria fue también muy impopular entre el pueblo. Parte de la clase intelectual (educada en muchos casos en Occidente) también rechazaba la autocracia zarista. En 1915, la situación se tornó crítica cuando Nicolás decidió tomar el control directo del ejército, supervisando personalmente el frente de guerra y dejando a su incapaz esposa Alejandra al cargo del gobierno.
Sobre octubre de 1916, Rusia había perdido entre 1,6 y 1,8 millones de soldados, a los que había que añadir dos millones de prisioneros de guerra y un millón de desaparecidos. Pobre favor hacían estas cifras a la moral del ejército. Empezaron a sucederse motines, y en 1916 empezaron a circular rumores de confraternización con el enemigo. Los soldados estaban hambrientos y faltos de calzado, munición e incluso de armas. Se culpó a Nicolás de estas calamidades, y el pequeño apoyo que todavía le quedaba empezó a tambalearse. A medida que este descontento general y odio hacia Nicolás II crecían, la Duma (cámara baja del parlamento ruso representada por terratenientes, ciudadanos, trabajadores de la industria y campesinos) emitió una advertencia al zar en noviembre de 1916 declarando que se avecinaba el desastre sobre la nación si no se ponían en marcha reformas constitucionales. Como era de esperar, Nicolás hizo caso omiso. El resultado no se demoró, y varios meses después el régimen colapsó durante la Revolución de Febrero de 1917. Un año después, el zar y su familia fueron ejecutados. A la postre, la gestión inepta del Estado y de la guerra por parte de Nicolás le costaron el trono y la vida.
Revolución de Febrero
Artículo principal: Revolución de Febrero
La Revolución de Febrero sobrevino casi espontáneamente cuando el pueblo de Petrogrado protestó contra el régimen zarista por la escasez de comida en la ciudad.
Existía también un gran descontento con la involucración en la Primera Guerra Mundial. A medida que las protestas crecían, muchos políticos reformistas, (tanto liberales como de extrema izquierda) empezaron a coordinar sus actividades. A principios de febrero las protestas se fueron tornando violentas en cuanto los ciudadanos se sublevaron y enfrentaron a la policía y los soldados. Cuando el grueso de los efectivos destacados en la capital se unieron a la sublevación, ésta se convirtió en una verdadera revolución obligando a abdicar al zar previo a una transición casi sin derramamiento de sangre.
Se constituyó un nuevo gobierno provisional, también llamado Duma, a la vez que se planeó la convocatoria de elecciones. Entre febrero y octubre los revolucionarios intentaron fomentar cambios más radicales, bien a través del Soviet de Petrogrado o de forma directa. En julio, los bolcheviques de Petrogrado, en colaboración con los anarquistas, promovieron una rebelión civil. Esta insurrección fracasó.
Revolución de Octubre
Artículo principal: Revolución de Octubre

Vladimir Lenin, líder de la revolución bolchevique de octubre
La Revolución de Octubre fue liderada por figuras tales como Leon Trotsky o Vladimir Lenin, y basada en las ideas de Karl Marx. Marcó el inicio de la expansión del comunismo en el siglo XX. Ésta fue mucho menos espontánea que la revolución de Febrero y fue resultado de planes deliberados y actividades coordinadas desde principio a fin. La asistencia logística y financiera de la inteligencia alemana vía su agente clave, Alexander Parvus, fue una pieza fundamental.
El 7 de noviembre de 1917, los líderes bolcheviques Vladimir Lenin y León Trotsky lideraron a los revolucionarios de izquierda en una revuelta contra el ineficaz Gobierno Provisional (Rusia aún estaba usando el calendario juliano, de modo que las fuentes del momento citan la fecha como 25 de octubre). La Revolución de Octubre culminó la fase revolucionaria instigada en febrero, reemplazando el gobierno provisional, encabezado por Kerensky, por el poder organizado y deliberativo de los soviets obreros, soldados y campesinos, verdaderos organismos de participación política y asamblearia por parte de las clases trabajadoras de la población. Sin embargo, aunque muchos bolcheviques (tales como Leon Trotsky) apoyaban una democracia soviética, el modelo de «reformas desde arriba» y del socialismo en un solo país ganó el definitivo poder en detrimento de la teoría de la revolución permanente de Trotsky cuando Lenin murió y Stalin asumió el control de la URSS y del Partido Comunista de la Unión Soviética. Trotsky y sus simpatizantes, además de otros comunistas democráticos y anarquistas, fueron perseguidos y finalmente encarcelados o asesinados.
Después de octubre de 1917, muchos miembros del Partido Socialista Revolucionario y Anarquistas se opusieron a los Bolcheviques a través de los soviets. Cuando esto falló, provocaron varias revueltas en una serie de sucesos llamados la «Tercera revolución». El más notable ejemplo fue la Rebelión de Tambov, entre 1919 y 1921, y la Rebelión de Kronstadt en marzo de 1921. Estos movimientos, que exigían una extensa variedad de demandas y carecían de una efectiva coordinación, fueron finalmente aplastados durante la Guerra civil.
Guerra civil
Artículo principal: Guerra Civil Rusa
La Guerra Civil Rusa, que estalló en 1918 tras un breve periodo después de la Revolución de Octubre, trajo muerte y sufrimiento a millones de personas de ambos bandos sin importar su postura política. Los contendientes eran denominados, por un lado, los «rojos», comunistas y revolucionarios, y, por el otro, los «blancos», fuerzas contrarrevolucionarias organizadas por altos mandos del antiguo Ejército Ruso, tales como los generales Kornilov y Alexeiev, en torno a los llamados Ejércitos de Voluntarios, que agruparon principalmente a monárquicos zaristas, reaccionarios y conservadores, protofascistas, liberales y capitalistas, nacionalistas, y socialistas moderados ó reformistas, tales como los social-revolucionarios de derecha y los mencheviques, que se oponían a la revolución bolchevique. Además de aquellas viejas capas de la población que veían perder sus privilegios o posición social, o se veían beneficiados por el anterior sistema, los blancos recibían el apoyo de potencias extranjeras tales como el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Japón, Polonia ó Turquía, que intervinieron activamente en la contienda mediante el envío de material, recursos, aparato logístico ó numerosos contingentes de tropas.
Además, el también llamado «Ejército Verde» (formado por nacionalistas) y el llamado «Ejército Negro» (formado por anarquistas) desempeñaron un papel secundario en la guerra, principalmente en Ucrania.
La Revolución Rusa en el mundo
Hay quien dice que la revolución rusa fue ideada para extenderse a través de todo el mundo. Lenin y Trotsky dijeron que la meta del socialismo en Rusia nunca se llevaría a cabo sin el éxito del proletariado mundial en otros países, como se vio en la Revolución Alemana. Sin embargo, hasta el día de hoy, este asunto es objeto de opiniones contradictorias por varios grupos y partidos marxistas sobre la historia comunista .
Algunas fuentes declaran que fue Stalin el primero en rechazar la idea, afirmando que el socialismo era posible en un solo país.
En cambio otras fuentes (principalmente trotskistas) afirman que esto fue simplemente una excusa de Stalin y sus seguidores para revocar los avances democráticos obtenidos durante la revolución y consolidar su dictadura burocrática.
La confusión sobre la postura de Stalin en la materia deriva del hecho de que, después de la muerte de Lenin en 1924, manejó con éxito el argumento de éste (el triunfo del socialismo necesita del esfuerzo de los trabajadores en todo el mundo) para derrotar a sus competidores en la sucesión acusándoles de traicionar a Lenin y, por extensión, los ideales de la Revolución de Octubre. También mandó ejecutar a muchos de ellos durante la Gran Purga.
Cronología expandida de la Revolución de 1917
• Enero
Huelgas y disturbios en Petrogrado.
• Febrero
Revolución de Febrero.
26 — 50 muertos en la Plaza Znamenskaya.
27 — Las tropas se niegan a disparar sobre los manifestantes; deserciones. Saqueo y ataques por parte de la muchedumbre furiosa contra juzgados, comisarías de policía y prisiones.
Los edificios de la Okhranka (policía secreta zarista) son incendiados. Las guarniciones del ejército se unen a los revolucionarios.
Se crea el Soviet de Petrogrado.
• Marzo
1 — Decreto 1 del soviet de Petrogrado.
2 — Nicolás II abdica. Se forma un gobierno provisional bajo el mando del Príncipe Lvov como primer ministro.
• Abril
3 — Regreso de Lenin a Rusia. Publica sus Tesis de Abril.
20 — Miliukov publica sus notas. Cae el gobierno provisional.
• Mayo
5 — Nuevo gobierno provisional. Kérensky hecho ministro de guerra y marina.
• Junio
3 — Primer congreso de Soviets de todas las Rusias en Petrogrado. Terminado el 24.
16 — Kérensky ordena una ofensiva contra las fuerzas austro-húngaras. Inicio exitoso.
• Julio
2 — Fin de la ofensiva rusa. Trotsky se une a los bolcheviques.
4 — Manifestaciones antigubernamentales en Petrogrado.
6 — Alemania y el Imperio Austrohúngaro contraatacan. Los rusos se retiran aterrorizados; saqueo del pueblo de Tarnopol. Emisión de la orden de arresto de los líderes Bolcheviques.
7 — Lvov renuncia. Kérensky es el nuevo primer ministro.
22 — Trotsky y Lunacharskii, arrestados.
• Agosto
26 — Termina la segunda coalición de gobierno.
27 — Golpe fallido del General Lavr Kornilov. Kornilov es arrestado y hecho prisionero.
• Septiembre
1 — Proclamada la República en Rusia.
4 — Trotsky y otros prisioneros políticos son liberados. Trotsky se convierte en la cabeza del Soviet de Petrogrado de los Representantes de los Trabajadores y los Soldados.
25 — Formado el tercer gobierno de coalición.
• Octubre
10 — El comité central bolchevique aprueba el alzamiento armado.
11 — Congreso de Soviets en la región del Norte, hasta el 13.
20 — Primer encuentro del Comité Militar Revolucionario (Comité Revolucionario Soviético) del Soviet de Petrogrado.
25 — Comienza la Revolución de Octubre mientras el CMR envía a trabajadores y soldados armados a tomar edificios clave en Petrogrado. El Palacio de Invierno es atacado a las 9:40 pm y capturado a las 2 am. Kérensky escapa de Petrogrado. Apertura del segundo congreso ruso de soviets.
26 — Segundo Congreso de Soviets: mencheviques y miembros de moderados del SR abandonan el congreso como forma de protesta contra los sucesos de los días anteriores. Decreto de Paz y Decreto de Tierras. Creado el gobierno soviético, el Consejo de los Comisarios del Pueblo (los bolcheviques predominaron, con Lenin como presidente).
Debate historiográfico
La Revolución Rusa ha sido motivo de debate desde diferentes ámbitos desde sus comienzos. Los sucesos que tuvieron lugar en Rusia en los primeros años del siglo XX han marcado la historia y las relaciones internacionales de todo el siglo. Las interpretaciones se hacen desde diversas posiciones ideológicas.
Una de las posiciones de la interpretación de la Revolución rusa es la de los emigrados, que se preguntan si era legítimo hacer la revolución en un país poco desarrollado. Esta es la posición que defiende Miliúkov, para asegurar que la revolución fue precipitada y que hubiese sido mejor quedarse en una revolución burguesa.
Otra posición es la de la izquierda occidental, con representantes como Rosa Luxemburgo y Karl Kautsky. Para ellos la Revolución rusa no es una auténtica revolución socialista al no haber intervenido en ella una base mayoritaria (bolchevique) que asegurase la democracia.
Una disidencia importante dentro de la URSS fue la de León Trotski. El cisma trotskista sostiene que la revolución de 1917 fue legítima por tener un objetivo universal y permanente contra el capitalismo, pero la revolución fue secuestrada por Stalin apoyándose en una burocracia nueva creada desde el Partido Comunista. Su tesis de socialismo en un solo país fue un error decisivo que paralizó la revolución y la condenó a convertirse en una dictadura de partido, sin pretensiones de extender la revolución a todo el mundo, sino de controlar la sociedad y la economía de un país.
Otro punto de vista es el del liberalismo occidental. Estos ven un paralelismo entre el régimen nazi y el comunista. A ambos los cataloga como totalitarismos opuestos a las libertades del individuo.
También existe la teoría de la convergencia, según la cual todos los regímenes evolucionan de manera semejante, independientemente de sus intenciones, en virtud del crecimiento económico y la industrialización del país. Esta es una teoría finalista, con algo de marxismo en sus análisis, que defiende desde EE. UU. John Kenneth Galbraith, y desde la URSS Andréi Sajarov.
Para los liberales del mundo entero, la Revolución rusa está dentro de un proceso histórico que desemboca en el modelo liberal y la democracia parlamentaria; que a la postre es el régimen más perfecto que se conoce. La revolución no sería más que un periodo de transición antes de llegar al final. Es también una teoría finalista de la historia, pero en la que el impulso de la misma es político y no económico.
También está el modelo conservador. Esta es una teoría cíclica en el que la historia se debate entre momentos revolucionarios y momentos conservadores en un movimiento pendular que va de un extremo a otro.
Por último, tenemos la interpretación marxista, que era la oficial en la URSS. Según esta interpretación la revolución fue el producto de la lucha de clases y creó un Estado donde la dictadura del proletariado defiende los intereses del pueblo. Fue la primera revolución proletaria de la historia, y no tiene relación con el ciclo de revoluciones burguesas que se inicia con la Revolución francesa.